El imperio del monopolio, léase la casa Lozano con su torero Morante de la Puebla, la empresa Pagés poniendo la plaza de la Maestranza y su torero Roca Rey y el imperio Matilla aportanto el supuesto ganado bravo y el torero Padilla, se ponen de acuerdo para dar gloria a Morante, consolidar a Roca Rey y despedir al torero de Jerez, pero también para llevarse unos cuartos inmerecidos en plaza de “no hay billetes”
Lo único que han conseguido una vez más es profanar la Maestranza con las bendiciones de la nefasta presidenta Dª. Anabel Moreno.
Iban saliendo animales terciados, medio tullidos, descastados, borreguiles, sin nada que aportar a una tarde que se predecía gloriosa y que resultó pueblerina y hortera a más no poder.
Señores taurinos, Juan José Padilla no se merecía esta ofensa. No se puede montar un espectáculo con semejantes animaluchos con algo de cuernos que deambulaban por el albero embistiendo amablemente o huyendo a tablas o chiqueros cuando le venía bien al morlaco.
Si la presentación de los animalitos que daban más pena que miedo fue deprimente, debemos decir que su casta fue nula y que la suerte de varas fue un engaño total.
Padilla ha regado demasiada sangre en los ruedos para que el monopolio taurino le pague con esta falsa moneda en Sevilla, y lo grave es que los responsables primeros son sus amigos que le ponen delante animales aborregados de impresentable trapío predestinados al mayor fracaso como así ocurrió.
Padilla merecía una despedida acorde con la categoría de la plaza, una despedida señorial de Sevilla. No fue así, la nefasta música, la oreja regalada, el querer y no poder, la vuelta al ruedo de plaza de talanquera, y el triste cruzar de la, plaza cuando se marchaba al patio de caballo no era un buen final para un héroe que entregó su alma y casi su maltrecho cuerpo para mayor gloria de la tauromaquia.
Morante se santigua y la plaza reza un padrenuestro. Aquí se le aplaude el destoreo de la pose de salón delante del espejo ante un torete de mentalidad y actitud aborregada. Se aplauden detalles y con ese bagaje se autofinancia volver el año que viene.
Roca Rey tiene la virtud de poner en la plaza lo que le falta a sus oponentes, casta y entrega.
Su primer toro, terciado como toda la corrida, se lastimó una mano y aquí acabo la historia.
En el sexto, un becerrete en toda regla, realizó ese toreo encimista y valiente que le caracteriza. Aquello no despertó muchas pasiones. Él lo sabe. Antes de entrar a matar improvisa unas bernadinas muy cercanas tremolando la muleta que ponen de pié a los tendidos de sol. Mata de media estocada y Dª. Anabel Moreno, presidenta de la plaza, le regala una oreja minoritariamente solicitada.
El imperio de los monopolios taurinos se agranda, empequeñece la Fiesta y profana la Maestranza.
SEVILLA, 29 SEPTIEMBRE 2018. TOROS DE MATILLA PARA JUAN JOSÉ PADILLA, MORANTE DE LA PUEBLA Y ROCA REY. EL IMPERIO DEL MONOPOLIO ATACA
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