Vuelve a fallar el toro. En presentación y en
comportamiento. El primero a los diez segundo de irrumpir
en el ruedo, sin causa aparente, se congestiona y ofrece un
espectáculo lamentable. Se impone un análisis post morten
riguroso y una nota pública de la presidente explicando los
informes pertinentes de los veterinarios. Dudamos que se
haga.
Excepto el sobrero primero y el quinto de la tarde
saltaron al ruedo animales sin trapío, cortos de defensas,
renqueantes, ofreciendo una docilidad que parecían animales
de compañía del salón de casa más que toros bravos y
encastados.
Hasta donde llega la cosa que el mejor picador del
escalafón, Tito Sandoval, casi se deja pegar una cornada
permitiendo que le derribara la cabalgadura por no picar al
toro y dejárselo crudito a su matador López Simón.
Una vez más se simularon las varas, se pusieron los toros
en suerte cual capea de pueblo y en la muleta, mortecinos y
renqueantes, con cortos viajes, cara a media altura, estos
animalillos duraban máximo tres tandas de ir y venir sin
emoción ni acometividad.
Se confunden de “pitón a rabo” los toreros y sus
mentores eligiendo semejante material y si encima tienen la
complicidad, una vez más, de la presidente Anabel Moreno, la
cual es colaboradora leal de la empresa y de los taurinos para
aprobar el tercer toro: feo, raquítico, renqueante, sin fuerzas,
sin trapío, que no servía ni para ser lidiado en plaza de
tercera y sin embargo a pesar de sonoras protesta hizo tragar
este animalucho a Sevilla.
Lo de esta tarde de Escribano en Sevilla es para
preocupar. Ante estos toros descastados y moribundos, el
torero estuvo espeso, con poca actitud, mal en banderillas,
matando fatal. Distaba mucho de aquel torero entregado y
bullidor que cortó dos orejas a un miura. López Simón le
ganó la partida solamente con pisar un poco los terrenos del
toro, arrimarse, y poner sobre el albero la emoción que
carecían los toros.
Este López Simón, revelación de la temporada, viene a
dar un aldabonazo a mucho mediocre que usa la técnica, los
resabios y las ventajas para copar los primeros puestos del
escalafón. Ya tiene la empresa algo de solución para los
carteles del año próximo con Símón por un lado y Roca Rey
por otro. Ambos arrean fuerte, pero que no se confundan y
pidan el toro encastado, no las birrias de esta tarde.