AL PLENO DE LA COMISIÓN NACIONAL DE ASUNTOS TAURINOS


En la mañana de hoy se ha celebrado en los salones de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla el Pleno anual de la Comisión Nacional Consultiva de Asuntos Taurinos del Ministerio de Cultura.
Como representantes nacionales de la Unión Nacional Taurina de Abonados y Aficionados asistieron el Vicepresidente Diego Martínez y el Vicepresidente de la Unión de Sevilla Enrique Piriz.
A titulo de información se puede decir que los problemas acuciantes y prioritarios de la Fiesta y que se encuentran en mente de cualquier aficionado no se trataron ninguno. Unicamente la Unión Nacional Taurina de Abonados y Aficionados desarrolló y expuso estos problemas en el documento que se cita a continuación, el cual obtuvo solamente un comentario superficial del Subsecretario del Ministerio de Cultura, pero sin entrar al fondo del asunto, eludiendo su debate.
En un punto del oreden del día el Ministerio de Culturo propuso reducir de dos a uno los representantes de los abonados en el Pleno de la Comisión, además de otros colectivos allí representados. Esta propuesta fue muy contestada por los asistentes y quedó aparcada, pero la intención quedo manifiesta.

La Unión Taurina de Abonados y Aficionados de España, desea REITERAR su postura de desacuerdo ante lo expresado en el documento PENTAURO por las razones ya expuestas en el Pleno del pasado 19 de diciembre de 2013, las cuales se alejan mucho del eje teorizador central del documento y que pensamos en nada sirve para paliar, al menos en un futuro inmediato, los graves problemas que afectan a la Fiesta.
De la lectura de PENTAURO se deduce con claridad, primero, un enfoque que no se corresponde con la situación real de la actual tauromaquia. Se aleja o toca muy de pasada los problemas reales diagnosticando mayoritariamente cuestiones secundarias en absoluto prioritarias.
Segundo, no incide en la realidad actual de la Fiesta, que no es otra que una decadencia de sus principales valores que degradan tarde a tarde el propio espectáculo. Con esta Fiesta cada día es más difícil admitir como nos gustaría, que la tauromaquia es un fenómeno cultural a proteger. Hoy se trata de un espectáculo cercenado en arte, estética, emoción y riesgo.
Cuando el problema se plantea y diagnostica erroneamente, el resultado final no será nunca el deseable para solucionar la grave crisis que ahora afecta a la Fiesta.
Por ello es urgente atajar sin tiempo que perder cuestiones como el descastamiento del toro y su selección en contra de la bravura. Previsibilidad y monotonía de la lidia. Fraude generalizado, salvo en contadas plazas. Deserción del aficionado en las plazas. Ausencia de autoridad. Prevalencia de intereses de gestores taurinos sobre los generales de la Fiesta. Falta de transparencia. Desinterés de la sociedad. Escasa atención de los medios de comunicación públicos, etc…
Se podrían esgrimir estadísticas muy negativas sobre los datos de los últimos años relativos al descenso de reses lidiadas. Encastes desaparecidos o en trance de desaparecer. Descenso alarmante de corridas de toros y novilladas picadas y otros determinantes datos que dejan bien a las claras la actual decadencia.
La Fiesta hace aguas por los cuatro costados. Los aficionados venimos denunciando desde hace varios años no solo esta situación, sino que los autores principales de este desaguisado no se encuentran en trincheras enfrentadas. Son los mismos gestores que dominan todo el entramado los que consciente o inconscientemente están diseñando el actual estado de cosas. No se dan cuenta que acaban con el arte taurino, con un espectáculo único, singular, y en un futuro próximo con su propia subsistencia.
Las soluciones no podemos encontrarlas en teorizar sobre cuestiones manidas y obviedades que conducen a poco por mucho que se repitan.
No es de recibo que se sintetice el documento PENTAURO en la siguiente meta estratégica.
“FOMENTAR Y GARANTIZAR EL LIBRE EJERCICIO DE LA TAUROMAQUIA, ACTUALIZANDO Y TRANSMITIENDO A LA SOCIEDAD LA TRASCENDENCIA DE SUS VALORES Y LA VIGENCIA DE SU CULTURA”
Para este viaje ¿tantas alforjas? Solo con repasar nuestra Constitución vemos que el Estado tiene estas obligaciones ante cualquier manifestación cultural. La meta del plan tiene que ser la regeneración de la Fiesta, no su mera actualización.
Otra cosa es que el propio Estado se sienta de alguna forma maniatado por sus propios desatinos al hacer durante muchos años, dejación y despreocupación de la tauromaquia, descentralizando regulación y competencias en las comunidades autónomas donde se entiende la Fiesta en la mayoría de las plazas con predominio de la actual vulgaridad y con ausencia de arte, rigor y legalidad.
Ahora se quiere rectificar errores pasados y asumir la regulación de la actividad taurina para centrar objetivos y revitalizar virtudes en trance de desaparición.
Por mor de la actual situación se choca con posturas taurinas y políticas que miran más sus propios intereses que los generales de nuestra Fiesta.
Es lo de siempre, el camino de la política se aleja o no converge con la realidad y con diagnósticos acertados.
El aficionado es marginado o solamente se le permite presencias testimoniales para guardar las formas.
De seguir por este camino el futuro de la Fiesta es oscuro. Los que viven de ella así lo manifiestan en privado, casi nunca en público.
Por eso esta oportunidad que de tarde en tarde se brinda para tratar estos problemas no dejemos que sea un mero encuentro protocolario para continuar obteniendo conclusiones que no comprometen a nadie o que afectan tangencialmente a la Fiesta.
En virtud de lo anterior la UNIÓN TAURINA DE ABONADOS Y AFICIONADOS DE ESPAÑA propone mediante este documento y en aplicación del Reglamento de Organización y Funcionamiento de la Comisión Nacional de Asuntos Taurinos, apartado 2.B, consensuar dos cuestiones muy concretas que a nuestro parecer pudieran ser los primeros pasos para en un futuro próximo sea posible enderezar el actual rumbo de nuestra Fiesta.

1.-ADOPCIÓN DE MEDIDAS URGENTES PARA REVITALIZAR LA ACTUAL TAUROMAQUIA ESPECIALMENTE REFERIDAS A GANADEROS POR LA SITUACIÓN DEGRADANTE DEL TORO Y POR LA PASIVIDAD DE LA AUTORIDAD EN EL MARCO DE UNA ESTERIL PROLIFERACIÓN REGLAMENTARIA INCAPAZ DE PRESERVAR LA INTEGRIDAD Y LOS VALORES PERMANENTES DE LA FIESTA, JUNTO A LA DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS AFICIONADOS Y ESPECTADORES.
A TALES EFECTO, SIN PERJUICIO DE LAS OBLIGACIONES CONCERNIENTES A LOS SECTORES TAURINOS RESPECTO AL “PENTAURO” URGE LA PROMULGACIÓN DE UNA LEY TAURINA ESTATAL QUE COMPORTE LA ORDENACIÓN BÁSICA DE LA FIESTA, GARANTIZANDO LA PRESERVACIÓN DE SU NATURALEZA DE PATRIMONIO CULTURAL Y LA IMPRESCINDIBLE COORDINACIÓN ENTRE EL ESTADO Y LAS COMUNIDADES AUTONOMAS

2.- ADOPCIÓN DE MEDIDAS URGENTES RESPECTO A LA AUTORIDAD POR LA MALA PRAXIS EN LA REGULACIÓN DE LOS ESPECTÁCULOS TAURINOS.

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