U. T. A. A.

La empresa Pagés muy pendiente de sus clientes, nos ofrece todos los años la corrida de la España Cañí, Paquito el Chocolatero y la Violetera. Así que la gran mayoría de abonados queda bien con sus parientes y amigos y regala su localidad a aquellos que solamente van a los toros este día del año. La corrida tiene mucho atractivo porque predomina la sana alegria y esa admiración que ese público maravilloso tiene por los ídolos que no se fabrican en los ruedos, sino en otros escenarios.
¿Tiene lo de esta tarde algo que ver con el arte de torear?. Evidentemente no, pero sociologicamente beneficia a quien sostiene aquello de que a la gente hay que darle pan y toros.
Desde luego que el pan bien que los gana Canorea y su extensa familia, pero los toros ya es otra cosa. El montaje asegura diversión y entretenimiento. ¿Hay quien de más?.
Torrestrella quien te ha visto y quien te vé. Hasta hace poco eras hierro preferido por las figuras y ahora te arrastras con toros de medio pelo, escasos de fuerzas, casta y sin defensas algunos de los de esta tarde.
¿Si el Sr. Rivera Ordoñez se apedillara Ruíz Lopez por ejemplo, seguiría en los carteles de Sevilla?. Con su tauromaquia vulgar, ramplona y amiga de las palas de los pitones, continuará esta temporada.
El Cordobés tiene sus incondicionales. El lo sabe y allí que se va a ofrecerle sus faenas. Esta tarde, igual que al pasado año, por muchas pantomimas que hace, nada de nada. El año que viene vendrá al mismo cartel.
El Fundi destaca con esos pares de banderillas propios de record olimpico. Llega a las masas y por eso se sitúa en lo más alto del escalafón. Gran mérito, pero torear, lo que se dice torear, aburre. Así que esta tarde con estos ingredientes y para no cambiar hemos tenido más modorra.