Los toros que triunfaron con cierta rotundidad el pasado año esta tarde bajaron algo su cotización en la bolsa taurina. Los dos primeros auguraban una mala tarde de toros, pero afortunadamente los restantes dieron juego suficiente para decir que “sirvieron” o “se dejaron torear”. Dos expresiones muy a modo para los toros domesticos de hoy en día a los que falta ese punto de fiereza y transmisión para ser autenticamente bravos. De estos cuatro toros, por su manejabilidad, solo se cortaron dos orejas y ello es preocupante. Bien es cierto que las dos orejas fueron producto de buenas faenas, pero también es cierto que debieron ser más orejas los trofeos que se llevaran al esportón los diestros de esta tarde.
De presentación, los primeros con las caras justas y rematados, y los tres restantes más ofensivos.
El momento del Cid es preocupante. Cuando un torero no está centrado, o no tiene confianza, lo mejor es que se plantee su estado y cuando se encuentre en mejor ánimo vuelva a las plazas. Es una pena, porque es un torero al que nadie regaló nunca nada. Se hizo a si mismo a base de mucho sacrificio y tal vez el hecho de que cada día toree más el toro borrego sin poder, lo que sea un contraestilo que no va bien a El Cid.
Rotundidad en el público con las faenas de Manzanares. Sin llegar al poderio de Juli, hay que reconocerle su temple, arte y estetica, aunque se le agradecería que esos muletazos de comienzo de series fueran más ajustados. Algo así como los remates, que fueron realmente buenos. Con la espada es un cañón, aunque en esta tarde le jugara una mala pasada en los dos toros.
Castella se encontró el toro quinto de la tarde, que desde que salió hacía cosas de bravo y noble. Pues ni por esas vimos lucir el toreo a caballo de la suerte de varas. El toro quería y estaba deseando. El picador, mal colocado, impidió un buen espectáculo en varas.
Castella le hizo una paena pulcra a un toro nobilisimo. Oreja que empata con la de Manzanares.
Fin de la función de toros cómodos con toreros acomodados.
18 DE ABRIL DE 2010. CARA Y CRUZ
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