Cuando en el espectro taurino acontece algo que afecta negativamente a los aficionados, por regla general su repercusión social y mediática es mínima.
Los medios de información, la mayoría apesebrados y amamantados por el poder taurino, ocultan o pasan muy por encima de la afrenta.
Ocurrió cuando el Gobierno decretó la bajada de IVA en el precio de las entradas. Las empresas hacen caso omiso. Las entradas siguieron costando igual, cuando no más. Nadie defendió a los aficionados. Protestamos en Sevilla y Madrid y de ahí no pasó.
En esta ocasión, me refiero a lo ocurrido en Sevilla recientemente. Un aficionado altruista, Pablo López Rioboo, tiene la feliz idea cuando conoce la suspensión de la feria de abril, de emitir vía Yotube, Twitter e Instagran, una serie de doce festejos bastante antiguos para que los aficionados al menos nos compensara un poco un abril taurino en blanco.
El proyecto fue muy bien acogido en Sevilla y resto de España y todos nos disponíamos a disfrutar de unas buenas tardes de toros.
Pero de improviso surge la sorpresa desagradable. Mediante un comunicado el Sr. López Rioboo, nos dice que las empresas propietarias de los derechos de imagen de los festejos le han prohibido emitirlos.
Decepción total y cabreo generalizado. Las redes sociales echaban pestes contra los autores del desaguisado.
No comprendíamos que en estos días difíciles de reclusión y recortes de libertades al menos no pudiéramos los aficionados tener acceso a disfrutar de la Fiesta.
No comprendíamos que ahora precisamente, cuando la tauromaquia atraviesa momentos críticos y es hora de arrimar el hombro todos, que prevaleciera el argumento de los derechos de imagen sobre unos festejos de hace más de veinte años.
No entro ni salgo en que la medida sea legal, pero si es muy discutible que dos medios como MOVISTAR y TVE impongan trabas cuando menos falta hace.
MOVISTAR, aunque dependiente de una empresa pública como TELEFONICA, hace un flaco favor a la Fiesta y se muestra insensible en momentos tan delicados.
Pero lo de TVE clama al cielo. Es una empresa pública que pagamos todos los españoles. Nunca puede negar el derecho que tenemos todos de poder ver un producto que hemos pagado.
Lo de TVE arguyendo los derechos de imagen para negar la emisión es algo que no se lo cree nadie. Los aficionados estamos convencidos que se trata de otra medida más contra la Fiesta que imponen unos dirigentes sectarios de ideología social comunista encabezada por su directora Rosa María Mateos.
Sevilla, 29 de abril de 2020
Diego Martínez González. Pte. UTAA-SEVILLA