Hacía años que los toros de Gavira no aparecían por la Maestranza. Antes llegaba desde tierras gaditanas algún sobrero, pero nunca llegaron a triunfar con plenitud. Este año con la compra de saldo y “retales” de ganado supuestamente bravo que sobraron en el campo de la temporada pasada vemos en Sevilla mayoría de toros cinqueños, posiblemente corraleados, que su comportamento se aleja bastante de lo que debe ser un toro realmente bravo.
Lo de esta tarde fue una mansada integral con el segundo y tercero anovillados, el resto salvo el sexto, pobres de cabeza y con querencia a terrenos de chiqueros la mayoria.
El tercero fue devuelto por inválido, pero otra vez estuvimos a punto de tragar, todo ello porque el presidente Sr. Fernández Rey es el último en la plaza en comprender que era inservible para su lidia.
Morante y Luque poco pudieron hacer con sus enemigos que entre las pocas fuerzas de unos toros y la huida a terrenos de chiqueros de otros, no era posible hilvanar faena ni nada parecido. Sin embargo comparando la actitud de estos dos toreros con la de Talavante, sale éste ganando por goleada. El extremeño se entregó al completo y consiguió en su primero algunas tandas estimables. En el quinto de la tarde, alguien le dijo con cariño que era un torero ladrón porque todos los pases se los robó al manso que le tocó en suerte. Persiguió por toda la plaza al manso de Gavira y aprovechando que humillaba, cuando realmente podía le enjaretaba algunos muletazos sueltos, hasta que se centró con el astado en la puerta de chiqueros y en terreno contrario consigue al menos robarle alguna tanda. Entrega total de Talavante en contraposición a su actuación de la temporada pasada. Es de agradecer. Solamente un pero. Sigue siendo un pinchauvas. Perderá muchos triunfos por culpa de la espada.
Mención especial para la banda de música de la Maestranza, la cual haciendo uso y abuso de la tradición, toca cuando al director le parece. De un tiempo a esta parte, este señor que será excelente músico no es ni mediano aficionado. Ataca el pasodoble con faenas mediocres y toros mansos y ayer se llevó la reprobación del público. Hay que rectificar maestro.

Entra la feria en corrida de toros a modo de hoy. Son toros que tienen grabado ya de antemano la faena que requieren. Es el toro domesticado, escaso de fuerzas, que no necesita suerte de varas autentica y que llega a la muleta preparado para haciendo uso de algo de técnica ofrecer faenas pulcras y escasitas de emoción.
Los ventorrillos hacían un lote mejor igualado que corridas anteriores, bien presentados para plaza de primera B, con solamente el borrón del sexto que fue manso y al único que se le castigó algo en varas. El resto fue a los caballos para recibir varas simuladas, porque si no es así no aguantan nada.
Un pero al presidente en este capítulo. El tercero de la tarde era inválido integral y con la anuencia de Perera lo mantuvo en el ruedo. Claro, después en la muleta su matador no tenía enemigo. En el pecado lleva la penitencia.
El Juli mereció salir por la Puerta del Principe. El Juli mereció tres orejas y no cuatro, luego el presidente estuvo bien y prestigió la plaza. Otra cosa será cuando sus compañeros bajen el listón y pongan en marcha la tómbola de las orejas.
La faena de Juli al primero de su lote fue tecnicamente aceptable ante un toro domesticado en exceso que era noble hasta decir basta. Con este colaborador, Juli toreó desviado en alguna fase y cargando poco la suerte. Eso sí los pases limpios. Justicia con una oreja.
Su segundo transmitía más que el otro y Juli realizó una faena con empaque que era más rotunda que la primera. Esta es la salsa de la Fiesta, con la polemica que se crea para discutir la justicia de las orejas, pero no olvidar que en una plaza como la de Sevilla se debe ser riguroso y exigente con la labor torera y no premiar vulgaridades.
Juli torero cuajado, en plenitud, que tiene poder y que se siente sobrado ante los toros. Con seguridad ofrecerá una buena temporada.
Castella no estuvo bien. Ante toritos a modo de hoy, demasiadas dudas para encontrar las distancias, abundancia de enganchones y muchos pases insulsos que no decían nada. Con estos toros se debe atacar y no navegar en un mar de dudas con pases anodinos.
Perera lleva matado en la feria cuatro toros de los de a modo de hoy y entre unas cosas y otras no ha dado ni una.
Esta tarde en el tercero, que como dijimos era inválido total, hizo todo lo posible por mantenerlo en pié. El presidente traga y el resultado fue el lógico. El toro no valía. El sexto fue el garbanzo negro de la corrida y pasó toda su lidia persiguiéndole por la plaza.

El año pasado salieron escaldados tanto la empresa Pagés como el ganadero Victorino Martin trás el petardo de corrida que ofrecieron con el consentimiento y complicidad de la autoridad.
Este año se encargan los voceros agradecidos de propagar que la corrida de Victorino viene mejor presentada y que en nada se parece a la de 2009.
Mentira y de las gordas. La corrida de esta tarde tiene más “delito” que la del año pasado. Para empezar nos ofrecen cuatro toros con mas de cinco años, pasados de corrales y encima muy mal presentados. Además dos de ellos completamente invalidos y nos lo tragamos. El cuarto de la tarde no llegaba ni a novillo bien presentado. El quinto devuelto muy a pesar del presidente que fue el último en la plaza que percibió la invalidez del torillo y !oh¡ sorpresa sale el sobrero de Victorino y era otra “raspa”. Ante semejante escaso animal supuestamente bravo, su matador El Cid no supo siquiera estar bien y encima su banderillero Alcalareño ofreció un recital de mal profesional en banderillas.
En fín, las esperanzas que ponemos los aficionados en una ganaderia a la que siempre hemos defendido, se desvanecen, cuando vemos que trae a Sevilla toros impresentables que compra la empresa, consiente el ganadero y aprueba un presidente falto de experiencia y profesionalidad. Un desastre.
Como la tarde fue infumable solo cabe resaltar algún par de banderillas arriesgando de Ferrera. La decisión del Boni de no saludar un par de banderillas que el público pueblerino de la Maestranza solicitaba. El arrojo de Jesús Arruga en un par a favor de la querencia del toro. La música que ataca cuando menos se lo merece el torero. Cualquier tarde son capaces de tocar Paquito el Chocolatero para terminar de ahogar la Maestranza en el lodo taurino.
Victorino debe de ser honrado y si no tiene toros para Madrid que tampoco venga a Sevilla y se dedique en sus cuarteles de invierno a recuperar su ganadería.

LLegaron esta tarde a la Maestranza los toros al modo de hoy. Falta de integridad en su crianza al faltarle fuerzas y casta suficiente para aguantar la lidia con cierta calidad. Lo habitual en estos tiempos, corren los toros de salida, para a continuación comenzar a mostrar debilidad, se simula la suerte de varas en los caballos, si se caen los cuidan subalternos cambiando su profesión por enfermeros y en la muleta, sosos, sin transmitir, cara a media altura etc. Si añadimos que la sra. presidenta no está por la labor de cambiar de opinión para echar al corral toros invalidos, el resultado es una tarde soporífera de toros desiguales, pues el primero zancudo, el sexto un mulo y el resto unas raspas con cara.
Las visitas a las ganaderias de los equipos gubernativos solamente sirven para que la empresa les pague el viaje y la comida.
La tarde más dificil de su carrera fue para Antonio Barrera. Su padre de cuerpo presente y él enfrentandose a un lote nada propicio para el lucimiento. Demasiado mérito solo con hacer el paseillo este honrado torero.
Bolivar y Cortés ante estos enemigos deben atacar y poner lo que le falta al toro. Buen espejo si se miran en Oliva Soto. No se puede torear fuera de cacho, abusando del pico como hizo Cortés. Muchos pases y ninguno bueno. De seguir así irá toreando menos poco a poco, a pesar del esfuerzo de recibir sus dos toros a portagayola y ejecutar lo más torero de la tarde en unos lances al sexto de la tarde.
Toros no integros en su esencia de presentación, fuerzas, emoción y casta.

La corrida portuguesa de Palha estuvo mal presentada, desigual, con toros que cumplian los cuatro años en este mes de abril y por lo tanto se pueden lidiar como toros y como novillos. Es una “gracia” del reglamento andaluz a los “ganaduros” y por eso el segundo de la tarde era una “raspa” con cuernos. El tercero, anovillado y el resto feos de hechuras. No olvidar que el equipo gubernativo que aprobó estos animales es el mismo que consintió lidiar los impresentables victorinos de la temporada pasada. En el caballo se dejaron pegar y después eran broncos y peligrosos.
Serafín Marin ofreció un recital de lidia parsimoniosa, con demasiados tiempos muertos, sin entrega en ningún momento, que aburrió sobremanera al personal.
El mexicano Arturo Macias estuvo toda la tarde muy valiente pisando terrenos comprometidos, más por inexperiencia que por técnica, de la que anda cortito. Es meritorio lo suyo, pués se entrega y tiene disposición, pero sus carencias ofrecen ventajas a los toros y de seguir así sufrirá más percances. El de esta tarde en el quinto fue espectacular y a pesar que el toro le avisó dos veces, no se amilanó y fue prendido.
El vasco Ivan Fandiño lo intentó, pero sus toros fueron mansos y complicados. Quedó inedito, aunque no denota que pueda alcanzar altas cimas en esto del toro.
Tarde para olvidar. Faltó casta en los toros y el respetable soportó como pudo la infumable tarde.

Que diferencia entre lo vivido esta tarde en la Maestranza y a lo que habitualmente estamos acostumbrados cuando aparece el toro aborregado y domestico.
Los toros del Conde de la Maza, muy bien presentados, musculados y bien armados, ofrecieron variedad en sus comportamientos sacando a relucir muchas dificultades que imponían en el albero emoción y riesgo. Por eso esta tarde nadie se aburrió. Por eso esta tarde hubo espectáculo y no vimos varas simuladas, aunque habrá quien diga aquello de que preferimos la sangre y el circo romano, pero la Fiesta es esto: emoción, riesgo y toreros dispuestos y entregados.
La terna compuesta en primer lugar por un matador riojano, Diego Urdiales, que ya demostró el pasado año que puede, sabe y quiere enfrentarse a este tipo de toro, solventa con mucho decoro las dificultades que presentan. Su primero se apagó pronto. Nunca le perdió la cara, aunque por la falta de fuerzas y el calamocheo su labor no pasó de discreta. En el cuarto, que era algo, pero no mucho, más manejable que su primero, se fajó con el toro, que derrotaba hacía el cielo cada vez que se lo pasaba por la faja. Tanto es así que a punto estuvo de quitarle la cara de un pitonazo. Merece la pena esperar a este torero para otra ocasión.
Antonio Nazaré apechugó con un lote nada facil, pero con los que había que estar más entregado y dispuesto. No es cuestión de exigir a quien es modesto y torea poco, pero cuando las oportunidades escasean no puede fallar el ánimo y no queda más remedio que aguantar tarascadas y tratar de sortear dificultades a base de entrega y ganas.
El triunfador fue un chaval modesto que nació en Camas y que durante la tarde ofreció un recital de corazón y entrega aderezado también de buen toreo en bastantes fases de sus faenas. Sevilla se entregó y con razón a Oliva Soto porque Oliva Soto se entregó a Sevilla. No era cuestión de discutir más o menos pulcritud, era cuestión de reconocerle a este torero que ante toros en plenitud y con dificultades, aguantó a pies quietos series emotivas, moviendo bien las muñecas y la cintura para que muchas de las figuras que quitan el sitio a estos modestos se les caiga la cara de verguenza cuando se pelean por torear todos los subproductos del encaste Domecq.
Oliva Soto merece mejor trato por las empresas. Esta tarde se lo ha ganado a pulso.

Llegaron de tierras de Huelva toros de José Luís Pereda para unos toreros que estan obligados a utilizar todos los recursos a su alcance para si no al menos triunfar, dejar buen sabor de boca a los aficionados.
Para empezar decir que los seis de Pereda por su trapio eran adecuados a plaza de primera, pero por las condiciones presentaron demasiadas dificultades a los matadores, con el añadido de lo que hoy se dice “fuerzas justas”, o sea nada de poder y fuerza.
Ocurre entonces que los toreros pretenden ofrecer una lidia similar a la del toro aborregado y eso a los de esta tarde era imposible porque fueron bruscos, con cabeceo, cara a media altura, otros mirones etc.
Así, hubo en el albero dos toreros con pocos festejos en el esportón y uno que aunque joven, parece por su actitud que viene de vuelta de todo. Salvador VEGA, si durante la temporada no remonta y demuestra que quiere y puede, el año que viene no puede anunciarse en Sevilla. Esta tarde, a pesar de enfrentarse a toros a contraestilo, debe saber que esos animales también tienen lidia y está obligado a destaparse. No lo hizo.
TENDERO hizo lo mejor de la tarde al quinto toro que le tocó en buena suerte, porque fue el más claro o el menos malo. Empaque y estetica en sus buenos muletazos hicieron concebir ciertas esperanzas en faena buena, pero el remate final fue de horror y un matador tiene que hacer honor a su nombre y usar los aceros con solvencia.
DELGADO tiene fundamentos pero esta verde aún para enfrentarse a las dificultades de esta tarde. Pronto ha sido desembarcar en Sevilla y encima con semejante ganado. Debe foguearse más y promete escalar hacía mejores puertos.
Como es habitual en estos tiempos, en la tarde de hoy tampoco existió la suerte de varas. Todo encuentro con los caballos es mera simulación. Menos aún el toreo de capa al que solamente VEGA atisbó algunos apuntes y si hablamos de quites, ausencia absoluta.
En fín, tarde sin pena y sin gloria.

Gusto da contemplar la plaza con aficionados cabales y ausencia en burladeros y palcos de convites de politicos gorrones. Gusto que esos aficionados consideraran que los novilleros noveles no pudieron con la novillada y no hubo orejas de saldo, pero solamente un “pero”. No se puede pedir saludos a banderilleros por pares solamente coorrectos.
Los novillos de Espartaco, bien presentados en general, bajaron en trapio los tres primeros y algunos de ellos demasiado cómodos de cabeza para plaza de primera. El juego que ofrecieron pareció de otros tiempos, pués los astados pidieron el buen toreo, pidieron toreros con poder para solventar primero ciertas dificultades y después templarlos. Los mejores, tercero, cuarto y quinto, sin desmerecer los otros tres que también eran toreables, aunque no tan claros.
Estos novillos recibieron en los caballos más castigo que los que recibiran en breves días toda la casta Domecq que vendrá a la Maestranza y entre los picadores es un placer ver como Manuel Montiel y Antonio Saavedra, maestros veteranos, torean a caballo, tiran la vara de largo y saben dosificar el castigo. Un !ole¡ por los dos picadores.
Los noveles novilleros educados para afrontar el toro dócil y aborregado de moda, demasiado hicieron en poner todo de su parte para intentar lo que no consiguieron. Se agradecen los quites, aunque no resultaran artisticamente asumibles. Se agradece la entrega de los tres, demostrando Luís Miguel CASARES que es pura vulgaridad: muchos pases a media altura, tirones, y dudas. Cristian ESCRIBANO atesora más temple y el comienzo de faena al segundo con pases cambiados por la espalda y dos trincheras de cartel que preconizaban buena faena ante un buen novillo, pero la continuación de su labor se diluyó en tandas a media altura y enganchones. Con el buen quinto novillo no pudo en ningún momento y recibió hasta dos avisos.
El camero Esaú FERNÁNDEZ tampoco pudo con el novillo tercero al que solamente al final de la faena y cuando el bicho acortó la embestida se puso encimista. Con el sexto de la tarde, que tenía pinta de toro y fué el mejor presentado, Esaú inició su labor de muleta con dos tandas de naturales que prometían faena grande, pero la continuación se perdió entre muletazos a media altura que diluyeron la faena hasta pinchar en varias ocasiones.
La tarde transcurrió entre el buen juego de los novillos de Espartaco y el quiero y no puedo de los novilleros, todo ello aderezado por una madre de dos crios de seís o siete años que se pasó la novillada comentándole bajito a sus hijos, como debe ser en la Maestranza, todas las incidencias del festejo, al mismo tiempo que les enseñaba a querer la Fiesta, Gracias señora anónima por la gran lección de torería.

Tarde de toros como no hay otra en el calendario taurino. La Maestranza se engalana con sus mejores joyas. Las ilusiones alcanzan máximos historicos, pero los taurinos se encargan de desmontar toda la belleza para transformarla en decepción.
Los toros de Daniel Ruiz han sido lo que habitualmente son los toros que se crian para las figuras y ellos exigen. Terciados los tres primeros y completamente anovillados los tres últimos. El primero se derrumba estrepitosamente a la salida del simulacro del primer puyazo. Pañuelo verde del presidente Sr. Teja que se reencuentra con el palco. Los restantes que fueron saliendo por chiqueros para evitar que siguieran el mismo camino se simulaba la suerte de varas. Para colmo de despropositos, el segundo de la tarde cuando entra al caballo y el picador ni le toca hace ademán de derribar al varilarguero. Como éste aguanta recibe una ovación tal si hubiera recetado un enorme puyazo. La Maestranza degenera.
Los tres primeros infumables carentes de fuerzas, clase y casta llegan a la muleta sin posibilidad de lucimiento a pesar de no haber sido picados.
En el cuarto que no era clara su embestida en la muleta, el maestro Morante saca de la chistera su clase de estetica y compone una faena que se agradece ante un animal anovillado y dulzón en su embestida. Como juega en casa se le perdona que mate de un bajonazo infame y la gente muy condescendiente pide la oreja que es concedida.
Manzanares con el novillote quinto, que llega a la muleta con son queriendo regalar sus orejas organiza su faena a base de toreo desviado abusando del pico de la muleta y componiendo la figura. Logra engatusar al respetable y tras una estocada entera, algo desprendida es obsequiado con otra benévola oreja.
El perdedor de esta tarde fue Miguel Angel Perera, que en el sexto de la tarde no se acopló con la embestida algo descompuesta del astado, pero en el pecado lleva la penitencia, porque pensando que iba a tener las mismas escasas fuerzas que sus hermanos mandó dejarlo crudo en el caballo y desarrolló peligro en banderillas poniendo en aprietos a Joselito Gutiérrez, quien resolvió muy bien.
Como decimos, en la muleta no hubo pases claros, pero si enganchones, mantazos a media altura, para al final intentar el toreo encimista que tanto le gusta, pero el público protestó y terminó de estocada casi entera.
Mención especial para Juan José Trujillo y Curro Javier en la lidia y en banderillas. Son dos colaboradores de lujo para el torero delicado de Alicante.